Sobre Las crisis emocionales y el suicidio

Hace algún tiempo he venido estudiando y analizando  las situaciones de crisis en la familia, pues tengo claro que los suicidios infanto juveniles del futuro se previenen desde el presente conectado con buenos hábitos que se den mediante el respeto, el buen trato y la presencia permanente que vincule desde el amor a nuestros hij@s, personas que cuidamos o acompañamos.

Hay un caso que quisiera compartirles, el de una joven paciente con la que trabajamos durante tres años. Su mamá trabajaba mucho para poder ahorrar y hacerle una linda fiesta de 15 años, pero esta joven pasaba mucho tiempo sola en su apartamento, ella llego al consultorio con cortaduras en sus brazos, al parecer una moda en su contexto escolar, su madre al ver esto se preocupó bastante. Al trabajar con esta joven paciente me enfrente al primer reto, su silencio o mutismo selectivo pues no quería hablar, como se dificultaba la comunicación con ella inicie con el arte y el juego  para fortalecer el vínculo, la comunicación y reforzar las habilidades sociales; adicional a ello comencé a trabajar con la familia, a citar a cada uno de sus hermanos y hacer reuniones en los que se fortaleciera el vínculo pues a ella se le dificultaba hablar pero tampoco nadie tenía tiempo para escucharla, cuando llego la pandemia la chica  se encerró más en sí misma y  adicional no le pudieron hacer la famosa fiesta de 15 años entonces todo se complicó más, la mamá trabajaba más y su hija sin colegio encerrada aumento la angustia y se sumaron fobias a lo social. Sin embargo seguí trabajando de manera online con ella desde el arte y con ejercicios de Mindfulness  entregándole herramientas para fortalecer su autoestima, pero yo veía como le costaba la comunicación, empecé a indagar en la literatura que le gustaba, hicimos símbolos e integramos la literatura en la pintura, era llamadas ni siquiera había cámara para verla por lo tanto verificaba con la mamá si a ella le gustaba la terapia a lo cual la madre me respondía que si le gustaba y que la esperaba, parecía que no la quería pero al tiempo la  aprovechaba y le hacía bien, todo muy despacito después cuando salimos del encierro le costó muchísimo socializar pero seguimos trabajando con sus habito y gustos; veía que era una joven vulnerable a la moda. Aquí quiero hacer un paréntesis para decir que a veces la moda no es saludable si vincula un espíritu de muerte y de autodestrucción, por tanto mi joven paciente tuvo que diferenciar que le hacía bien y que no para saber tomar decisiones.

Me pregunto  qué habría pasado si esta joven seguía con esa actitud de encierro y de autodestrucción, de no sentirse fuerte, de que no valía la pena y de que nadie la quería escuchar. Hoy en día esta chica está en la universidad, está muy contenta, tiene amigos, está socializando y por ahora ya no toma más terapia. Aprendo de todos estos casos y me pregunto qué pasa con todos estos adolescentes que están encerrados en sus casas, ¿hay buena comunicación en el hogar? ¿Están los padres y madres fortalecidos interiormente? ¿Saben poner límites sanos y escuchar con empatía a sus hij@?

Aunque el anterior caso es uno entre miles, las estadísticas siguen siendo altas en cuento al acto final de las crisis emocionales como es el suicidio. Encontré que  la tasa general de suicidios en Europa es de 15,4 cada 100.000 habitantes, en las Américas ronda los 10 cada 100.000. En Chile se observa una tasa aproximada de 11,5 suicidios cada 100.000,.Argentina 9,6 cada 100.000. Estados Unidos 15 cada 100.000, en Canadá 7 cada 100.000 ha.

Solo en Estados Unidos, el suicidio es una de las 10 causas principales de muerte cada año. Por ello es vital hacer un llamado a revisar que está sucediendo  en América Latina frente a los caso de Suicidio

Si revisamos las estadísticas del suicidio podremos percatarnos que durante la pandemia este fenómeno no terminoPara el caso de Colombia en pos pandemia, hubo un aumento de fallecimientos de niños entre los 10 y 14 años a causa de muertes auto infligidas.  En cuanto a las cifras en la pérdida de vida de mujeres, el aumento de suicidios fue de 9.9% y ocupa el cuarto puesto en condiciones de muertes. La pandemia, los fuertes cambios que desató el encierro, la falta de trabajo, la crisis económica y demás, fueron detonantes para que el estado de ánimo de muchos ciudadanos entrarán en estados de depresión y a tener pensamientos suicidas.

Pensado en evitar los suicidios del futuro creo que uno de los puntos más importantes a trabajar con las familias es directamente con padres y madres, pues si los adultos se tienen cariño por sí mismos y tienen hábitos saludables pueden contagiar sus propios entornos, pues así como lo bueno, los malos hábitos, la ansiedad y la mala actitud se contagian. Así que promovamos la buena onda y la verdad, la expresión de los sentimientos. Eso es un factor de prevención al suicidio.  Por ello mi invitación es que todos los días podamos trabajar en nuestros hábitos afectivos, esforzarnos a sacar lo mejor de nuestro ser para ser mejor padre, mejor madre y una mejor persona que le aporte a la consciencia y el buenestar social.

Es importante para apoyarnos como sociedad que todos los miembros de la comunidad tengan personas con las que hablar y compartir sus historias.

Convengamos que no se guardan los secretos que impliquen riesgo de vida, ni abusos sexuales, ni autolesiones, porque esa persona necesita del apoyo de su grupo de cuidadores y debemos buscar prevenir estos actos en contra de la propia vida. Discursos de me voy a matar, la vida no tiene sentido. Hay que escucharlos, atenderlo, buscar ayuda profesional.

Hablar es… comunicar, compartir, es atravesar el silencio y decirlo es no dudar de su sentir, hablarlo es sacudir el cuerpo. Eso es importante hablarlo con quien pueda ayudarnos. La familia (sobre todo), los terapeutas, miembros de la municipalidad, personal de salud etc. Como educadores también debemos estar cuidadosos de juegos de Bruming, actividades de acoso en las redes sociales, modas de autolesionarse, de denigrar la vida, hacer sufrir cualquier ser vivo.

Hay un mito falso sobre el suicidio que aprendí hace poco: El que “habla de suicidio, no lo actúa” Eso no es verdad, depende del caso puede que sí o que no lo haya dicho.

Para tener todos nosotros herramientas para disfrutar, valorar y cuidar la propia vida es absolutamente necesario reforzar la autoestima, la tolerancia a la frustración. Encontrar una búsqueda de sentido de vida (esto es un proceso en si mismo, tener hobbies, hacer cosas que estimulen la felicidad, las hormonas del sentirse bien.

Tener una estructura que satisfaga las necesidades básicas, que le den cariño y hábitos de vida saludables y sostenidos en el tiempo. Los vínculos cercanos, con escucha compasiva y ejercicio en la naturaleza siempre hacen bien, como los besos de mamá.

Evitar los suicidios es una misión de toda la sociedad, empezando por el crecimiento de la inteligencia emocional de todos y cada una de las personas en este planeta y así elevaremos la vibración y esto también ayudara a sanar a nuestro planeta.

María Isabel Botero Botero Lic. en Psicología

Arte terapeuta y Psicodramatista

Fundadora #SemillasdeBuenestar

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